0
9/1/13 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

Cheo Zorrilla: “Mi sueño era ser sacerdote y sentí que me lo truncaron”.

Cheo mientras interpreta una canción
 dedicada a su esposa Maura.
(Johnny Rotestán)

Momentos inolvidables
El artista nos habla de lo importante que es para él estar nominado al Salón de la Fama de Compositores Latinos

Por Yulissa Matos - El Caribe
A nuestra llegada a la residencia de Cheo nos encontramos con una exuberante vegetación que nos pareció un remanso de paz y relajamiento. En el umbral de la casa nos recibió su esposa Maura, quien nos condujo a la sala donde nos esperaba nuestro anfitrión, quien lucía una hermosa chacabana de color azul.

Después de un gentil saludo nos invitó a sentarnos y él, a su vez, lo hizo frente a su piano. Iniciamos nuestra conversación, la cual lo llevó a recordar los momentos más memorables de su vida, pasando por el día en que le entregaron su uniforme color kaki que lo acreditaba como miembro de la Banda de Música de su pueblo, hasta su gran amistad con Danny Rivera y otros episodios que forman parte de su vida y que en esta entrega ha querido compartir con los lectores.

1. Mis días de niño
Tuve una niñez muy bonita y tranquila, porque me crié con mis padres y eso es muy importante en la vida de un ser humano. Aunque hubo un pequeño episodio que yo entiendo que me marcó, durante mi niñez, y es que cuando tenía ocho años yo vivía en Cabrera y una de mis tías, que vivía en Tamayo, estaba de visita en casa y les pidió a mis padres que le permitieran llevarme con ella por uno o dos años, y ellos lo permitieron. Ese fue un momento que me marcó, y aunque no fue un abandono, porque no fue que mis padres me abandonaron, pero como no me pidieron opinión, en el fondo y con el tiempo descubrí que no fue bueno para mí.


2. Mis padres
Mi papá se llamaba Luis Zorrila, nació en un campo de El Seibo, era guardia, después pasó a la Policía, que en ese tiempo representaba al Ministerio Público. Fue fiscalizador hasta que lo jubilaron por enfermedad. Es en ese tiempo que yo salgo de Cabrera para Tamayo y él se va a Higüey, porque era muy mariano y a pesar de ser de El Seibo quería morir en Higüey y allí fallece. En cambio, mi madre, Ana María Gómez (Reinita), era oriunda del municipio de Tamayo, siempre pendiente de los quehaceres de la casa y de que los muchachos se portaran bien. Mi mamá era una mujer sumamente tranquila, excepto cuando nos daba pelas históricas con la correa de guardia de mi papá.

3. Mi deseo de ser sacerdote
Desde pequeño crecí con el deseo de ser sacerdote. Recuerdo que en la casa había en una mesita con una Virgen de La Altagracia, le prendíamos velas y yo me ponía las camisas de mi papá, y al ser pequeño las camisas me daban por el piso; entonces para mí eso era una sotana y me ponía a dar la misa yo solo. Un día le dije a mi padre que quería ser sacerdote y él me mandó donde Juan Félix. Él era hijo de un gran amigo de mi papá, le fui a visitar y le conté mi deseo de ser cura, pero él me dijo: tú no puedes ser sacerdote. Yo lo miré con extrañeza y le pregunté por qué no podía serlo, y él me contestó: porque Luis y Reinita están casados por la ley y para ser sacerdote el postulante debe ser hijo de un matrimonio católico. No podía salir del asombro y de la iglesia salí llorando hasta llegar a mi casa y me acosté en una cama y comencé a manotearla. Ese era mi mayor sueño y sentí que me lo habían truncado.

4. Muerte de mis padres y hermano
Tenía 12 años cuando murió mi padre, nos deja como quien dice desvalidos. El hecho de que faltara fue difícil para mí, él era la figura fuerte de la casa, el proveedor, era quien corregía con más dulzura, con menos rudeza; su muerte fue un duro golpe para mí. Mi madre falleció hace cuatro años, fue muy dura su muerte, aunque sí la comparo con la de mi padre es lógico que la de papá me afectara más, un niño no entiende la ausencia de un padre. Es mucho más normal para uno ya como adulto y hasta lo vi como algo natural y qué dicha que pude disfrutar de mi mamá hasta los 80 años. Hace tres años volví a vivir un momento de dolor, la muerte de mi hermano Francisco Zorrilla (Quico); realmente para mí fue muy duro, porque uno no lo ve como normal que una persona a quien vio nacer muera antes que uno.

5. Mi paso por la academia de música
Ya viviendo en Tamayo veía tocar la banda de música (en el parque) los domingos y me gustaba, entonces voy a la academia de música. Por el hecho de venir de otro pueblo y no me conocían, me preguntaban: ¿tú sabes algo de música? Y les decía: oh si, claro que sé. ¿Qué sabes? Y comencé a tararear las lecciones do, mi, do, mi, sol… entonces el profesor me dice: ah, esa es la 34, pero como es la misma 22 yo te voy a poner en esta última. Lo que él no sabía era que yo la estaba tarareando de memoria, que yo no sabía nada; lo que pasó fue que mi hermano en Higüey estudiaba música y yo me las aprendí cuando él ensayaba. Pues entonces tuve que emplearme muy a fondo, me costó aprender, hasta que vi coronado el esfuerzo y fui el primer niño que perteneció a la banda de música. Eso, aparte de convertirme en papá de mis hermanos en el aspecto económico, también era un muchacho, al nombrarme yo tenía un sueldo de 29 pesos con cincuenta centavos en el Ayuntamiento y cuando cobraba le hacía entrega del cheque a mi mamá. De ahí salían los libros míos y de mis hermanos, la ropa, no te voy a decir la comida porque vivíamos en la casa de los abuelos y la comida estaba, con eso ella se manejaba y no era una carga económica para mis abuelos.

6. La grabación de Apocalipsis
Cuando llegué de Tamayo a la capital tuve la oportunidad de conocer a Blas Carrasco, el padre de Angelita Carrasco; él tenía la más importante academia de música para la época, fue una persona muy importante para mí. Ahí comencé a grabar mis primeras canciones, él me grabó un disco. Luego viene la grabación de la canción Apocalipsis por Danny Rivera, que fue la primera canción que alguien me grabó, y fue este artista, conocido internacionalmente, quien en un aspecto catapultó en un sentido mi nombre. A pesar de ser mi primer tema, me dio la satisfacción de yo andar por las calles y encontrarme, por ejemplo, a una persona que estaba haciendo una zanja, cantando esta canción, y me decía a mí mismo: lo más lejos que tiene ese señor es que quien escribió esta canción está pasando a su lado.

7. Festivales OTI 77 y 83
Después de grabar Apocalipsis, Fernando Casado me llamó y me dijo que si yo tenía una canción que pudiera participar en el festival y le llevé el tema “Al nacer cada enero”. La había escrito un año antes y Dany Rivera justamente la acababa de grabar, pero no la había lanzado; llamé a Danny y le dije, mira, para que la canción sea aceptada en el festival, aguanta lo de lanzar el disco para que sea una canción inédita. A Fernando le gustó mucho la canción, pero yo en el fondo sentía que no era una canción para festival; la llevamos a Madrid en el año 1977, era el tercer festival OTI, la votación era muy espectacular porque en ese tiempo se inauguró el satélite y mi canción ganó el segundo lugar. Para mí ese hecho fue significativo, como lo fue mi participación en OTI 83 en la ciudad de Washington en la voz de Tati Salas con la canción “Olvidar, olvidar”, donde también ocupamos la segunda posición, para suerte nuestra.

8. Mi hija Pamela
Fue un evento muy importante en mi vida, yo la tuve cuando tenía casi cuarenta años. Fue producto de mi segundo matrimonio. Cuando nació le escribí una canción “Mi pequeña Pamela”. Ese rol de padre fue muy importante para mí, contarle historias sin fin cuando se iba a dormir. Hoy tiene 23 años y ha sido mi mayor bendición.

9. Mi esposa Maura
Había tenido mis fracasos amorosos, la vida me llevó a no elegir correctamente, me refiero a mis dos relaciones anteriores. Fueron matrimonios que no marcharon bien, a veces tú recuerdas muchas cosas bonitas pero cuando pones en una balanza las cosas buenas y malas y esa báscula se inclina más para el lado malo, entonces tú en definitiva dices, no vale la pena. Luego viene el matrimonio con Maura, este hecho ha sido uno de los más importantes en mi vida, no por el matrimonio en sí, lo importante es lo que desencadena esa unión. En estos últimos 12 años de mi vida yo digo que han sido mis 12 años mejor vividos, es como cuando tú encuentras a alguien y ese alguien es lo que tú has soñado en tu vida. Con ella estoy viviendo una época que de verdad no le puedo pedir más felicidad a Dios que la que he encontrado al estar junto a ella. A Maura la amo con todas mis fuerzas, ella es mi otra mitad.

10. Importante nominación
Supe la noticia de que estaba nominado al Salón de la Fama de Compositores Latinos junto a Juan Luis Guerra a través del periódico elCaribe y realmente me sorprendí. Nadie me había comunicado nada. Estar nominado a estos premios, para mí, en el plano puramente personal, es sumamente importante y trascendental por el hecho de que hay tantos compositores vivos en la actualidad, y que hayan elegido 24, y que de esos esté el nombre de Cheo Zorrilla. Posiblemente no me veas en el Salón de la Fama cuando se realice la elección, porque el tipo de votación es muy difícil ya que los votos tienen costos y el país tiene que involucrarse. Pero para mí, simplemente el hecho de la nominación es un gran acontecimiento en mi vida artística, es lo más importante que me ha ocurrido, es verdaderamente un honor. Y yo lo valoro grandemente.

Graduarme en la universidad
Salgo de Tamayo para la universidad, me matriculé y llegué a hacer el colegio universitario y me inscribí en la Facultad de Ingeniería. Quería ser ingeniero electromecánico, esa carrera era nueva en el país, pero lógicamente si yo era el sostén de mi familia en Tamayo, quién me iba a mantener aquí en la capital; entonces tuve que ponerme a dar clases particulares de guitarra para buscarme los pesitos. Con mucha dificultad llegué a seleccionar materias hasta el quinto semestre y luego me retiré.

Era una situación precaria para mí. Después fui durante ocho años director y pianista de un grupo que tocaba en el Mesón de la Cava. Ese lugar era visitado por muchos turistas, allí yo cantaba en inglés, francés, portugués e italiano y hasta una canción en japonés que cantaba fonéticamente. A mí en particular me gustan mucho los idiomas, había estudiado inglés y francés cuando entré en la Universidad Autónoma. Al trabajar en ese lugar me relacioné mucho con los idiomas. Algo que siempre me ha gustado es la posibilidad de que yo en el futuro pueda representar a mi país como embajador en otra nación, por eso estudié Relaciones Internacionales, y para mí el hecho de graduarme fue muy lindo e importante, porque a eso fue que yo vine a la capital. Había hecho de todo un poco, menos terminar una carrera.

Un gran amigo
Danny y yo tenemos una bonita relación amistosa, profunda, él bautizó a mi hija Pamela, con él conservo lazos fuertes de cariño y amistad sincera”.

Copyright Reserved ¡Qué Noche! con Pastrano 2010.
Design by: Bingo | Blogger Templates by Blogger Template Place | supported by One-4-All