Machepa, por un teatro vestido de historias actuales.

MONTAJE
DADIDÁ" SE PRESENTA ESTE FIN DE SEMANA Y EL SIGUIENTE EN EL MUSEO DE ARTE MODERNO DE LA PLAZA DE LA CULTURA

Pachico Tejada
pachico.tejada@listindiario.com
Santo Domingo

Teatro Machepa es un grupo que viene trabajando desde hace unos años las artes escénicas dominicanas. Como muchos otras agrupaciones jóvenes, y con Hamlet Bodden a la cabeza, siguen buscando su lenguaje.

“Explorando nuevas tendencias, otra forma de contar la historia escénica, sin denuesto a ninguna de las anteriores”, expresa Bodden, quién parte de la premisa de que “el arte que no avanza se estanca”.

Una de esas historias en las que abordan lo expuesto anteriormente es “Dadidá”, una obra que continúa en cartel (empezó el pasado viernes 18), y de la que se mantendrá este fin de semana y el siguiente (hasta el domingo 3 de febrero).

Las funciones se llevan a cabo en el sótano del Museo de Arte Moderno, en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte a las 8:30 de la noche.

Esta es la tercera pieza que presenta Teatro Machepa, que en el pasado llevó a escena “Algunas escenas antes de la muerte de Julio” y “Adiós”, que como la actual, cuenta con la autoría y dramaturgía de Bodden.

“Estamos trabajando con un humor negro muy particular, que es el que hemos venido desarrollando hasta ahora”, entiende el también director al hacer referencia al modo de poner en escena su arte.

Una producción dramática que han querido alejar de lo tradicional y clásico. “Necesitas darle a tu generación, hablarle a tu tiempo desde tu sensibilidad, de lo que estás pensando, de lo que sientes, lo que crees”, defiende el joven dramaturgo.

Una de esas preocupaciones que tiene el colectivo es lo que llaman “adultocentrismo”, una ideología que padece nuestra sociedad al no confiar en que la gente joven esté capacitada para asumir los retos que la vida actual impone.


Esto, según considera, es algo que se manifiesta en todos los ámbitos incluído lo artístico. Es por esto que piensa que los trabajadores del teatro mayores que él, que tiene 35 años, aun lo consideran “una joven promesa”.

“Ya no soy un muchacho, soy un profesional”, expresa, al tiempo que reconoce que muchos artistas del arte dramático local tienen mucho que aportar aún, pero que va a llegar el momento necesario de un relevo, que debería llegar solo pero que de repente todo el mundo le está dando la espalda.

El montaje
En esa misma línea se encamina “Dadidá”, abordando el problema genercional, solo que esta vez, contrario a como casi siempre se presenta, con gente mayor enfrentándose a la realidad de envejecer, los inadaptados en esta ocasión son la gente joven.

Como teatro contemporáneo que es, el escenario no es la sala común, sino que es un espacio como el Museo de Arte Moderno, en el que el público estará alrededor de la representación. “Es decir que hay diferentes frentes, y una cuestión que demarca la contemporaneidad y el pensamiento actual es que no hay una posición única, cada quien va a ver una historia diferente”, dice.

Habrá la interpretación de canciones en vivo por parte de los ocho actores participantes, una musicalización collage a partir de diferentes composiciones y efectos sonoros, y la atmósfera kitsch de toda la partitura escénica; además de la utilización de los intérpretes como “tableau vivant” o escenografía en movimiento.